Me encantan las novelas de sagas familiares, y ésta es una de ellas.
La novela me resulta interesante porque no cae en el maniqueísmo -ya tan explotado- de la Guerra Civil.
Su argumento se centra más en la época posterior, y nos lleva casi hasta nuestros días.
Está muy bien escrita.
Lahoz tiene un gran talento a la hora de narrar y de describir.
Personajes como Jaime -el hijo mayor-, Jenaro -el patriarca dominante-, o el primo -que emigra a Argentina-, son excelentes.
Francamente buena.