La historia de Oliver está bastante bien, por eso me resulta más interesante la primera parte de la novela con las andanzas del niño. Luego, a partir de un cierto momento, la historia parece como que se va centrando más en la banda de ladrones y en la herencia. Para ello, el autor se sirve, todo sea dicho, de unas conexiones muy forzadas entre los protagonistas. Entre esto, el tono del autor/narrador y la poca profundidad de los personajes, todo ello le da un toque infantil al libro y lo desmerece un poco pese a que el balance global es positivo.
hace 5 años