Otra obra maestra de Zola. Excelente la recreación de la vida en un barrio obrero de París, parece que uno este allí viviendo. Como siempre un buen puñado de capítulos magistrales, como el de la boda (con visita al Louvre incluida), el de la comilona, el del entierro o los últimos en que los protagonistas van cuesta abajo, caen en la miseria, llegan a un estado de gran degradación física y moral. Y no es solamente el alcohol el culpable. También cuentan la falta de valores, la dejadez y la pereza, la estupidez, no saber equilibrar las obligaciones y responsabilidades con los placeres que tiene la vida. Los personajes son unos miserables totalmente diferentes a los de Victor Hugo.
hace 9 años