¡Una delicia de libro!. A través de un relato sencillo sin grandes acontecimientos y de una narración pausada y delicada, emana sentimientos, pureza, sensibilidad… Griet es joven, sencilla, introvertida, inocente, pero lo suficientemente madura para saber estar, comportarse y hacer frente el día a día en la casa a la que entra a servir ; Hacer frente a la inmensa carga de tareas domésticas de la época y a cuatro mujeres que la tendrán siempre en el punto de mira: la autoritaria, fría y calculadora María Thins; La prepotente, caprichosa y celosa Catharina ; La envidiosa Tanneke y la consentida, mimada y rebelde Cornelia. La dulce personalidad de Griet, su pulcritud y la perfección en la ejecución de las tareas cotidianas, atrapará a Johannes Vermeer que la hará participe de su mundo. Solo en la compañía de El , Griet encontrará el sosiego y la evasión. Idénticos en alma pero separados en vida por el muro socio-económico que les rodea y que se derrumba cuando están en su mundo compartido: el estudio, el almacén y el desván. Solo aquí se olvidarán de las preocupaciones diarias para sumergirse juntos en el mundo de la pintura… Griet nos hará confidentes de sus vivencias, nos invitará a enamorarnos de la luz, los colores, las escenas, de su persona...para finalmente llegar a contemplar, a sentir… El silencio, los gestos, las miradas y los detalles serán la conversación entre ambos, forjándose poco a poco una relación muy especial… Quizás de admiración mutua o tal vez, de algo más… Pues el AMOR más intenso se oculta detrás del SILENCIO más profundo… Él, la tuvo al final de sus días en su pensamiento y ella, sin saberlo nadie, le guardo en su corazón…
hace 5 años