Le tenía muchas ganas a esta novela, de un autor del que he disfrutado con varias de sus obras, aunque la temática y el registro de esta es diferente y especial. Especial para mí por que tres personas muy cercanas han vivido experiencias en esta Africa que nos describe tan desgarradoramente Gonzalo, y que me ha hecho aflorar sentimientos también especiales al leer la obra. A los lectores seguidores de Gonzalo, no les descubro nada si les digo que su prosa es delicada, preciosa, aparentemente sencilla, divertida en algunos momentos, pero terriblemente dura en otros. Como terriblemente duros son los problemas que azotan a esta, y a otras, partes del planeta, problemas hay muchos, pero el que más me atrapa el alma es la desnutrición infantil. La obra es una denuncia de la caza furtiva, del expolio forestal, de la caza furtiva, de la eliminación de la fauna común, de la explotación salvaje de la flora y de los recursos naturales de la región, de la implacable destrucción de enormes regiones selváticas africanas. Un profundo y dramático desgarro que se está produciendo en el Congo, por parte de unas multinacionales con fines no demasiado limpios. Como no podía ser de otra forma, al acabar la novela me ha quedado una sensación de congoja, de angustia, de agobio, pero también una sensación de esperanza por tantos y tantos voluntarios que dan, literalmente, su vida para ayudar a solucionar todos los problemas, que son muchos, de la región y por extensión de los países del mal llamado “tercer mundo” La novela cuenta con dos visión diferentes, por un lado Bineka una joven congoleña que nos aporta una visión “interna, desde dentro” (y nunca mejor dicho) de la vida en la selva, visión que complementan otros nativos y voluntarios de las ONGs, y la visión “externa” que en este caso es aportada por Lola, empresaria de éxito que tiene que desplazarse al Congo por un suceso que le va a cambiar la vida, la desaparición de Beatriz, su mejor amiga. Normalmente suelo relacionar los aspectos que más me han gustado de la obra, y aquellos que no me han gustado tanto, esta vez no voy a poder, me ha gustado todo: la rapidez y agilidad de los capítulos, las descripciones, la empatía hacia los chimpancés, la forma de encarar los problemas para que nos los consideremos como propios,.... En definitiva, si no la habéis leído, os la recomiendo encarecidamente.
hace 4 años