Se trata de un libro corto que se compone de tres relatos basados en la experiencia del autor, superviviente de la bomba atómica de Hiroshima: “Preludio a la aniquilación”, “Flores de verano” y “De las ruinas”. En el primero describe la situación en la ciudad antes de la tragedia, el miedo a los bombardeos, la evacuación... En “Flores de verano” relata la terrible experiencia de la bomba atómica y en “De las ruinas” nos cuenta lo que sucedió justo después. Las dos últimas narraciones, narradas además en primera persona, son realmente escalofriantes y plasman las terribles imágenes que presenció y vivió, la desolación, el atroz sufrimiento humano, los efectos posteriores de la radiación (“Pronto supimos que debía haber algo en el aire de Hiroshima, algún tipo de sustancia que hacía que la gente muriera”). Está escrito con una prosa concisa y clara, que deja constancia de una de las mayores masacres de la historia del ser humano. Es un libro testimonial, que aunque duro, debería ser casi de lectura obligatoria, para que nada semejante se repita nunca. Recomendable.
hace 12 años