Una narración sencilla y conmovedora sobre la historia más reciente de Irán y el dolor del exilio. Un relato contra todas las formas de represión, en el cual el mensaje de los signos es más fuerte que la palabra. La novela nos muestra el lado más humano de la vida de los habitantes de un país donde los hombres son habitualmente criticados por su brutalidad hacia las mujeres. Una visión indispensable para contrarrestar el sensacionalismo occidental.

No engancha desde el principio. Pero es fácil de leer e incluso genera mucha curiosidad por la vida y costumbres de este remoto lugar de Persia. Y desde luego sí engancha al final. Lo terminé hace una semana y desde entonces lo he hojeado varias veces. Dulce. Sencillo. Misterioso.

libro muy interesante.