¿Y si un asesinato no fuera el final de una historia, sino solo el principio de un rompecabezas psicológico, donde nada es lo que parece?
La velada romántica que Anna había preparado junto a su novio termina de forma trágica: ella lo apuñala mortalmente y desaparece de manera misteriosa, dejando una única pista inquietante: una libreta con una fecha escrita a mano y el dibujo infantil de un canguro.
Dos años más tarde, en la fecha exacta escrita en la libreta, Anna aparece inconsciente a orillas de un lago. No recuerda lo que ha hecho ni dónde ha estado durante todo ese tiempo. Y tampoco sabe por qué alguien parece querer silenciarla antes de que recupere la memoria.
Mientras la tratan en el hospital, encuentra una aliada inesperada: Julia, una prestigiosa psiquiatra con sus propios fantasmas. En un gesto tan desinteresado como desconcertante, Julia la ayuda a escapar y a ocultarse en una cabaña aislada, donde juntas intentarán recomponer el pasado que Anna ha olvidado.
El día de mi muerte, de Federico Axat, es una novela que atrapa desde la primera página. A la necesidad de saber qué llevó a Anna a matar a su novio y qué ocurrió durante su desaparición, se suman las sospechas que despierta Julia: ¿qué impulsa a una profesional brillante a arriesgarlo todo por una desconocida?
El autor construye un juego psicológico inquietante en el que el lector duda de todo y de todos, con giros que descolocan y pistas que parecen llevar a callejones sin salida. A medida que avanzas, te conviertes en un personaje más de la novela, atrapado en un misterio que desafía la lógica.
En algún momento puedes sentirte completamente perdido, ya que la estructura narrativa y la línea temporal son deliberadamente confusas. Pero Axat no deja nada al azar, y al final todo encaja con una revelación que mezcla thriller y un inesperado componente sobrenatural, cuya presencia simbólica está ya en la portada del libro.
Si te apetece una lectura original, que se aleja de lo convencional y juega con tu mente hasta el final, esta novela es para ti. Federico Axat, como ya hiciera con El pantano de las mariposas, demuestra una vez más su habilidad para construir historias complejas y envolventes que te obligan a replantearte lo que creías saber. Un thriller psicológico con alma, arriesgado y con una vuelta de tuerca sorprendente. (Ana Gª Aranda, 6 de mayo de 2025)
hace 1 mes