Como en la primera novela de la serie, el autor juega continuamente a cómo contar una historia fantástica con muchos referentes conocidos (sobre todo, la serie de Narnia, pero no solo: se aprecian ecos de Alicia y más fantasías clásicas) sin caer en lo de siempre, lo cual consigue a medias. Es decir, ofrece lo sabido, por un lado, con nuevos ingredientes y finales sorprendentes, por otro lado. El resultado es un tanto irregular, pero engancha. Gran parte de esta novela cuenta la historia de Julia Wicker, personaje que se queda un poco descolgado en la primera parte. Conviene leerlo seguido del primero porque continúa prácticamente desde el punto en que termina aquel.
hace 8 horas
Amazon
Agapea