Julia Navarro maneja bien el thriller, y la novela, a pesar de resultar larga y estar inflada en páginas debido a un artificioso planteamiento, se lee bien. En ese sentido, el oficio de Julia es innegable. Otra cuestión son los personajes y la historia: se pretende que la protagonista sea una pionera y adelantada a su época, una feminista de actitud y casi una Mata Hari, y solo es una pobre mujer irresponsable que no logra ninguna empatía con el lector. Lo que se relata es en muchos momentos poco creíble y el estilo del lenguaje algo mediocre. Pero hay otra cuestión que deseo señalar: debido a las vicisitudes narradas en la novela, la protagonista se pasea por toda Europa y es testigo de los más importantes acontecimientos del siglo XX, pero lo menos que se puede pedir es objetividad y la novela no la tiene: narra con todo lujo de detalles, torturas incluidas, las salvajadas del régimen estalinista (desde luego, no lo defiendo: Stalin y Hitler han sido probablemente los mayores genocidas de la Historia), pero, en cambio, pasa con sorprendente suavidad sobre el régimen franquista donde solo describe a un abogado que se aprovecha de ella, pero todo se queda en una denuncia sobre un particular, que es un canalla, pero no hay la más mínima crítica, y mucho menos condena, contra un régimen dictatorial, antidemocrático y criminal.
hace 9 años