La primera mitad del libro es desternillante. Los encuentros (o más bien desencuentros) de las tres brujas por diversos lugares extranjeros son pura delicia. A partir de la segunda mitad, el tono cambia bastante de comedia desenfrenada a algo más tipo aventura. Lo cual no significa que se vuelva peor. Es un libro que se disfruta de principio a fin.
hace 9 años