Una amistad puesta a prueba, una ciudad que ahoga y una generación que busca sin encontrar. Así arranca Animales pequeños, la primera novela de la joven autora sevillana Mercedes Duque Espiau, una obra con un trasfondo muy significativo que ha suscitado críticas muy positivas y augura una prometedora carrera literaria para su autora.

Rita está acostumbrada a ser un desastre. Así se ha sentido siempre frente a su hermana Eva: formal, inteligente y triunfadora. Al menos, no frente a su amiga Lis. Rita mantiene sexo sin protección con desconocidos, roba en el bar donde trabaja y no tiene muy claro hacia dónde va su vida.

La novela se desarrolla en buena parte en un pequeño piso en Londres, en el que conviven las dos amigas inseparables: Lis y Rita. Nuestra protagonista siempre ha sentido el apoyo incondicional de su amiga desde que eran unas crías: junto a ella dejaba de sentirse el fracaso que su familia veía en ella. No obstante, Rita comienza a percibir que está perdiendo a Lis cuando esta deja de encontrar sentido a levantarse cada mañana. Su gran amiga se adentra en una depresión y Rita intenta comprender cómo empezó todo y qué puede hacer para ayudarla a salir de ese agujero. Es entonces cuando rememora momentos pasados de su relación y traza una especie de línea temporal de su amistad en busca de respuestas.

Normalmente, cuando Rita necesita ayuda, acude a su hermana Eva. Por eso no sabe cómo reaccionar cuando es Eva quien la llama angustiada, enfrentándose a una situación que no sabe manejar. Pero Rita tampoco es experta en ofrecer apoyo y consuelo: siempre ha estado al otro lado, y ahora se encuentra perdida.

Mercedes Duque Espiau retrata a una generación que no encuentra su lugar. Rita es una joven que no se siente satisfecha con su vida y observa cómo sus relaciones se deterioran sin saber qué hacer para detenerlo. Animales pequeños es una obra intimista y profunda que deja poso, un retrato crudo y honesto de la fragilidad, la amistad y el vacío existencial. (Ana Rayas, 10 de septiembre de 2025)