Resumen

Gran parte del prestigio del teatro romano descansa sobre los hombros de Séneca, cuya tragedia Fedra se encuentra entre sus logros más notables. El dramaturgo y filósofo de origen cordobés desarrolló en esta obra un tema mitológico ya abordado por Eurípides y Sófocles, y que influiría más tarde en otros autores como Racine. Fedra, enamorada de su hijastro Hipólito, desoye lo que le dicta la razón y, cegada por la pasión, le confiesa su amor. Despechada ante el rechazo de Hipólito, Fedra vuelve a dejarse llevar por un arrebato y calumnia en público a su hijastro. Séneca nos regala en esta tragedia uno de los personajes femeninos más atractivos del teatro de la Antigüedad. Fedra es una mujer independiente, fuerte y decidida que, a pesar de sus virtudes, acaba siendo víctima de su irrefrenable pasión, demostrando poseer una personalidad tremendamente humana.