El criminal más retorcido de la ciudad va más allá de matar a sus víctimas: les deja en un estado vegetativo. Estas apariciones encienden una alarma de la policía. Prácticas quirúrgicas de otros tiempos despiertan problemas olvidados. Entretanto, la farmacéutica más famosa de Barcelona se verá involucrada en un caso ajeno. Todas las víctimas llevan un mensaje del verdugo: una palabra, una venganza.