Resumen

«¡Qué difícil es vivir sin enemigos, aquellos que decimos diferentes para nosotros permanecer unidos! Qué duro es disolverse en la conciencia de que todos jugamos el mismo juego: ser diferentes, ser mejores o formar parte de los elegidos» (Volver).«Los niños iban pasando al comedor de uno en uno, no porque tal hecho fuera obligatorio, sino porque en su interior cada uno conservaba un sentido del orden emparentado con el idealismo alemán y la geometría euclidiana» (Mongoladas).«Lo que te digo, cuando vuelva si estás en casa, pues sin problema, si al contrario habéis decidido que vais a internarme porque llegaré a hacérmelo encima, pues nada, te vas a casa de Julián que te recibirá feliz. Te coges unos camisones y mañana el resto. Yo encantado, ya me las apañaré» (Nunca).