El final de la monarquía española en Nueva España y la constitución de México como república libre y soberana marcan el periodo comprendido entre 1808 y 1830. Al proceso de independencia, conseguida mediante un movimiento que utilizó más la persuasión que la fuerza, le siguió un país en ebullición que se debatía entre la opción de un sistema de gobierno federalista y la de uno centralista mientras trataba de definir un conjunto de reformas estructurales. En este primer volumen sobre la historia contemporánea de México se analiza esta etapa tomando como ejes sus aspectos esenciales tanto en el orden político, económico e internacional, como social y cultural.