Un ensayo en el que el autor reconoce que cuando comenzó a documentarse para escribir el libro, mantuvo reuniones con varias personas de origen chino que un amigo, de un amigo, conocía y que ante una misma pregunta, los tres respondieron de forma idéntica: “La Mafia China no existe.” No obstante, y a pesar de esta negación, tanto en España como en otros países europeos la presencia de ciudadanos de este gigante asiático es cada vez mayor. Copán barrios y negocios a un ritmo vertiginoso, aunque esto no quiera decir que sean negocios ilegales, si hay una cierta invasión de personas y productos difíciles de controlar.