Una historia magníficamente narrada a través de distintos protagonistas: tres niños franceses, un sacerdote en Roma y dos mujeres judías que huyen de la persecución. Todos acabarán uniéndose de una u otra forma a través del hilo conductor de la Cruzada de los Niños, un episodio apenas conocido de la historia.
La prosa de Emilio Lara no deja indiferente. Delicada y sensible, no deja de lado experiencias y descripciones del mundo que rodea a los protagonistas, sus sensaciones y las costumbres.
En contra: la acción se desarrolla muy lentamente, de tal manera que a veces da la sensación de no avanzar nada. Incluso hay escenas que parecen rotar y repetirse en varias ocasiones.