Haré mi primera crítica literaria con este libro porque, leyendo el tono general de los comentarios, quiero dejar clara mi visión, que creo diferente a lo que aquí se comenta. Lo fundamental es que, para valorarlo, hay que tener claro que este libro no se trata de una novela, no es género literario sino más bien periodístico (sin ser una crónica en el 100% de los sentidos). De hecho, para mí, los peores momentos son los que están demasiado novelizados (donde se narran hechos poco creíbles, como cuando están a punto de linchar al narrador y aparece un personaje de varios capítulos atrás en el último segundo para salvarle milagrosamente). Es verdad que es pesado. Hay episodios prácticamente ilegibles. Sin embargo, por los capítulos interesantes, por el trabajo de documentación y por la valiente denuncia que hace creo que merece el 7 que le pongo, ya que compensan los momentos de nula fluidez narrativa. En mi opinión, abusa de exageraciones, de nuevo recursos literarios que le restan algo de credibilidad en momentos clave. Aun así, insisto, me parecen interesantísimos los capítulos con chicha, y un trabajo brutal hecho por parte del autor. No lo valoréis como una novela, NO LO ES.
hace 8 años