La autora plasma, de manera genérica, la vida de muchas de las primeras viajeras que existieron, algunas más conocidas y otras menos, religiosas, conquistadoras, exploradoras, científicas, “esposas de”... de vez en cuando también intercala alguna experiencia personal de sus propios viajes.
Era un libro que a priori prometía y parecía interesante leer sobre esas vidas tan poco convencionales en su momento. Pero en general no me ha gustado, además me ha resultado una lectura pesada y aburrida por lo repetitiva que se hace la autora. ¿Cuántas veces cuenta que Isabella Bird fue la primera mujer en formar parte de la Real Sociedad Geográfica de Londres? Por lo menos cuatro veces... También se me ha hecho muy monótono el leer constantemente lo valientes y excepcionales que fueron todas ellas; estoy de acuerdo en que fueron mujeres con vidas fuera de lo común, pero ¿hay que repetirlo en cada uno de los capítulos como si fuesen heroínas que nos han salvado de algún cataclismo? (es la sensación que me quedaba al leer sus alabanzas).
En mi opinión, teniendo una buena idea y el material adecuado, o el libro le iba a quedar demasiado corto a la autora y por eso repite personajes y anécdotas; o bien el texto adolece de falta de elaboración, que es lo más probable.
Aunque a ratos ha sido una lectura amena, además de descubrirte mujeres viajeras muy interesantes, no lo puedo recomendar, he estado estancada en su lectura varias semanas y casi me ha provocado una crisis lectora.

Fabuloso libro. Un documento escrito sobre la vida de estas mujeres que han vivido al borde del abismo, en su amplio sentido de la palabra. Opino que es una oda a la libertad de la mujer en aquellos tiempos; una sociedad opresiva y asfixiante en la que les ha tocado vivir; y en la que no han dudado dejar atrás para entregarse en cuerpo y alma a la famosa "llamada de Oriente", así mencionada entonces. Si hoy día me parecería infernal viajar a sitios tan inhóspitos, ellas tuvieron que tener una personalidad verdaderamente fuerte y perseverante para conseguir tales propósitos; y lo más increíble aún, llegar con vida a los destinos. Habría que matizar también que no es lo mismo partir sin a penas dinero; que hacerlo de manera ostentosa, rodeada de un gran séquito de esclavos, lujos y salvoconductos fruto todo ello de su reconocida posición en la sociedad.