El 29 de abril de 1933, el poderoso industrial José Salvo es atropellado en plena calle por un automóvil y morirá veinte días después en un sanatorio. Artigas Guichón, el hombre que lo embistió, ha quedado libre. Pero todo Montevideo comenta que Ricardo Bonapelch, yerno de Salvo, casado con su hija...