Muy inquietante esta novela de Carrere. Acompañar a Nicolás en todos sus pensamientos y ensoñaciones ha sido por momentos angustioso, incluso desconcertante. La desesperación por encontrar refugio y no tener que afrontar la realidad, esa realidad aterradora que intuye, el ambiente gélido que encuentra, el ritmo que imprime el autor, como en zigzag (a la manera de deslizarse con los esquís por una montaña que muestra un ambiente apacible pero que esconde riesgos..) ha hecho su lectura muy amena y entretenida, a veces anticipar lo que puede pasar es más aterrador que lo que realmente ocurre.
hace 7 años