He descubierto este autor el año pasado con este libro. Al principio me costo un poco pillar el ritmo, pero me ha gustado. La narrativa es estupenda, natural y limpia.

Historia basada en la vida de dos personajes principales que han elegido vivir una vida diferente buscando la paz en una aldea abandonada. Jon, veterinario y cuidador de elefantes en un zoo y Edith, viuda que vive nada más y nada menos que con once gatos. En busca de esa paz que han ido a buscar, apartados de todo, surge una amistad que los unirá de manera que nunca hubieran imaginado, y juntos descubrirán el valor de esa relación entre ambos y como gracias a ella llegan a alcanzar sus sueños. Personajes principales y secundarios frágiles, reales, con sus temores, sus dudas, sus vidas que en más de una ocasión te llevan a reflexionar sobre muchas cosas. Quizás las importantes son las que dejamos de lado normalmente por la monotonía de nuestras vidas arrastrando lo que le da el verdadero sentido a todo a el cajón de los trastos y dando prioridad, por comodidad, a lo cotidiano. Lectura conmovedora, dura en algunos momentos e incluso dolorosa en otros, intrigante, de las que no puedes dejar de leer porque necesitas saber más, necesitas explicación a los por qué, de esas que consiguen desde sacarte una lágrima hasta una sonrisa. Esta novela para mí ha sido un viaje por los sueños por cumplir, las relaciones de amistad, la familia, la soledad, la pérdida y el amor por los animales, pero sobre todo la esperanza, porque a través de la historia de sus personajes puedes descubrir que, aunque haya ausencias, nunca es tarde para darle sentido a la vida. Destacar las similitudes y paralelismos entre algunas historias secundarias con las principales que me han atraído mucho. Realmente lo bonito de este libro es el sabor dulce que te deja al final, de esas lecturas que te tocan alguna tecla y que logran dejarte una sonrisa boba durante horas. Sin duda, te hace sentir.

La novela está relatada a través de dos voces narrativas en primera persona, Edith y Jon, cuyos capítulos se van alternando. Edith tiene 76 años, es viuda desde hace 5 y vive en una aldea prácticamente abandonada con sus once gatos. Jon es su vecino más cercano, tiene 59 años y trabaja como cuidador de elefantes en un zoo. A pesar de que cada uno de ellos arrastra su propio pasado y sus vivencias particulares, entre ellos surge una entrañable amistad que les ayudará a afrontar las sorpresas que les depara el futuro.
Es una historia delicada que abarca temas muy diversos, como la superación de las pérdidas, las cosas que callamos o la búsqueda de nuestros sueños personales. Me ha gustado especialmente leer sobre la relación entre Jon y la elefanta Susi, y también sobre el tira y afloja constante que mantienen Edith y Violeta, su “hija-reproche”, y cómo evolucionan ambas subtramas.
Pero, aunque reconozco que es una historia entretenida y original, que se lee bien y contiene reflexiones interesantes, el conjunto no me ha acabado de llegar. No sabría bien explicar el porqué; en algunos momentos me ha parecido un pelín rebuscada, que le da demasiadas vueltas a todo, o a veces no queda claro en qué momento temporal sucede algo, o quizá que cuesta distinguir entre las dos voces narradoras. Pero como, por lo que he leído, a la mayoría de los lectores de la novela les ha gustado (que conste que a mí no me ha disgustado), que cada uno elija libremente…

Me encanta este autor y en cada libro que leo de él más me enamora. Tiene una sensibilidad y una forma de plasmar las relaciones tan sencilla y natural que hace fácil lo complicado.

Mi reseña aquí:
https://erasejm.blogspot.com/2021/11/un-pais-con-tu-nombre.html

Primera novela que leo de ese autor y me ha parecido una delicia su forma de contar la relación de los personajes. Mientras leía me he trasportado a la aldea donde viven los protagonistas. Muy recomendable y estupenda narrativa

No me ha gustado mucho.

Tierna, sensible, llena de amor por los animales. Los personajes son magíficos, llenos de matices, solitarios y con una mochila llena de problemas personales. Se lee muy bien, es una lectura a dos voces: la de Jon, un cuidador de zoo, y la de Edith, una viuda que vive con once gatos. Y al final, llegas a la conclusión, si es que no lo sabíamos ya, de que no somos tan diferentes de los animales, y no los estamos tratando con el respeto que merecen.

Los sueños, los sentimientos de dos personas no solo hacia otras personas, si no también a los animales que les rodean. Como en todos sus libros, Alejandro Palomas nos lleva a su mndo. Interesante, pero como siempre, con demasiada moralina.