Nota: 8,5/10. Goza de una muy buena narrativa. Hacía tiempo que una novela no me enganchaba tanto. En el momento en el que pretendes parar de leer, ya te encuentras en otra página. Su lectura es extremadamente ágil hasta la página 285 y también en adelante. Quizá colabora el formato tan fluido de los capítulos (que en ocasiones son inexistentes) y que resultan poco habituales. Resulta interesante porque relata parte de la época de la Revolución Rusa y de la Segunda Guerra Mundial desde la perspectiva personal de algunos personajes concretos, ciudadanos de a pie, alemanes, rusos, españoles, con sus sentimientos e inquietudes. Aparecen relatos tan bien documentados que resultan perfectamente verosímiles. No es la típica historia de acontecimientos políticos narrados cronológicamente, sino que se centra en el aspecto más humano de los personajes. Quizá se nota una mayor improvisación en las páginas finales que no restan emoción a la historia. Aparte, ciertos acontecimientos pueden llegar a resultar duros y desagradables, pero, ¿acaso no es eso la guerra? Por otra parte, resultan toda una delicia esas pequeñas citas que la novelista intercala en el relato y que contextualizan ideológicamente todo el momento histórico, con autores como Stefan Zweig, Edmund Burke o el propio Goebbels, que teletransportan o mueven a reflexionar profundamente al lector. En definitiva, una lectura muy recomendable.
hace 6 meses