Una historia bonita y triste muy bien contada.
hace 5 añosLa vida no es ficción ni realidad, sino todo lo que hay en medio... Meg creció en un mundo donde la comida y la fantasía se mezclaban, donde su madre la dejó reposar en la despensa, como si fuera un pan, porque era un bebé muy menudo y tenía que crecer; y utilizaba sus dientes de leche como abrelatas, de lo afilados que eran. Esto es, hasta que Meg cumplió los cinco años y sus compañeros del cole se empezaron a burlar de ella por todas las mentiras que su madre le contaba y que ella se creía... Ahora, con veintitantos, Meg es una científica, que le ha dado la espalda a la ficción y la fantasía y que deja que la lógica pura dirija su vida, sin concesiones. Sin embargo, cuando la madre de Meg enferma y ella intenta aplicar su forma de hacer las cosas, la madre sigue con sus cuentos, su obsesión por la cocina y rechazando enfrentarse a su enfermedad. Poco a poco, Meg consigue ir descubriendo la realidad sobre su infancia y se tendrá que enfrentar a una decisión: o bien asumir la dura realidad o rodearse de un mundo maravilloso de mentiras.
Una historia bonita y triste muy bien contada.
hace 5 añosLa pase muy bien leyendo este libro. Es una historia muy hermosa, me gusta ese cariño entre madre e hija. Las historias que se cuentan son muy bellas. Me emocione en varios pasajes. Lo recomiendo!
hace 9 añosMuy poético. Algunos párrafos son verdaderamente bellos. Aunque me ha faltado un poco más de "brío".
hace 9 años