Es una lectura amable, entrañable, que nos cuenta una historia no muy rebuscaba, pero que tampoco cae en la cursilería con facilidad. La historia la narra Germain, un personaje muy bien trazado, cuyas señas de identidad y personalidad –una forma de ser algo burda- ya conocemos en las primeras páginas. De hecho, el desarrollo de la misma historia ya es previsible desde los primeros capítulos, pero eso no desmerece su encanto. Germain va contando de manera desordenada, pero vivaz y fluida, su vida. Una vida que se había desarrollado de la forma más corriente, hasta que conoce a Margueritte, una anciana memorable, culta, sencilla y humana. Los encuentros con Margueritte, sus charlas y la lectura de algunos libros -La peste de Camus, por ejemplo-, provocarán que la vida de Germain vaya cobrando, poco a poco, mayor sentido y emoción. Recomendable para pasar unos ratos agradables de lectura.
hace 12 años