Muy decepcionante, creo que es la peor novela de Houllebecq que he leído hasta ahora. No solo es bastante aburrida (recreándose excesivamente en los detalles de la inane vida del desalmado y antipático protagonista), sino que -lo que es peor- acaba siendo muy complaciente con el Islam, lo cual resulta tremendamente decepcionante y cobarde en un autor que se había distinguido por sus ácidas diatribas contra esta religión. Además, como ejercicio de política ficción cojea bastante y resulta de lo más inverosimil. Y por último: he acabado más que harto del Huysmans ese, al que se hace mención con una prolijidad e insistencia insoportables.
hace 1 mes