Ahora que parece que el tiempo de Federer y Nadal ha sido ahogado por el dominio de Djokovic —sin descartar algún postrero episodio que cierre los últimos estertores de la rivalidad de «las dos R», Roger y Rafael—, parece el momento de recapitular la que ha sido una de las más grandes duplas que ha dado la historia del tenis. A ello se encamina Sin red, de Sebastián Fest.
Es un libro trabajado a lo largo de los años por el periodista deportivo argentino. Entrevistas, convivencias con los jugadores y análisis de rivales y voces autorizadas vertebran el volumen. No se trata, de todos modos, un repaso descriptivo de la apasionante rivalidad que mantuvieron con el análisis de los diversos enfrentamientos y su alternancia en el número uno, año a año, sino que fija su atención en todo lo que les rodeó: la personalidad de ambos, los rivales a los que se enfrentaron, los modos en que encararon todos esos aspectos que circundan el tenis profesional...
El resultado es un crisol que prescinde de una narración cronológica para ir fijándose en los más variados aspectos que se sucedieron entre bambalinas de los dos jugadores: la formación de ambos, los entrenadores, sus acercamientos a la prensa, la forma en que gestionaron la rivalidad, la comparación de esa rivalidad con la de históricos del tenis, la sombra del dopaje, episodios concretos —como los llantos de Federer—, etcétera.
Conforma un libro ameno, que cerca a «las dos R» más que traza una radiografía exacta, a golpes de fogonazos, como si los expusieran a las repetidas luces de un flash. Y fragmentos que apelan a los propios intereses de Fest, argentino —un capítulo se dedica a la relación de ambos con Argentina, y por ejemplo la irrupción de Nadal se pone en comparación con el dominio previo de los argentinos Gaudio y Coria, más que con Vilander o Borg—, algo que encantará a unos y dejará más fríos a otros. En última instancia, de todas formas, se rehúye la descripción épica de la rivalidad para dibujar un fresco nítido de dos individualidades irrepetibles. (Carlos Cruz, 21 de mayo de 2015)