Madura aunque bien conservada y plena de energía vital, Karen Kahn se encontraba en esa cumbre de su carrera que parece preludiar cumbres aún más altas: está a punto de recibir en París el premio que la consagrará como uno de los nombres señeros de la moda mundial. Para el acontecimiento está acompañada de sus inmediatos colaboradores y, sobre todo, por su marido, el rico y apuesto Jeffrey, que abandonó su carrera de pintor para apoyarla en su asalto al Olimpo de la profesión . Tras las satisfacciones personales, vienen las económicas: la multinacional de la confección NormCo le hace una oferta, de esas imposibles de rechazar, por su pequeña empresa de modas. Sin embargo, Karen duda: la NormCo será una gran firma, pero es una de las más implicadas en la explotación de mano de obra en el Tercer Mundo. Y las dudas de Karen coinciden con un momento en el que todo su universo, incluida ella misma, comienza a desmoronarse...