Mas de tres veces he pensado en dejar de leer esta novela. Me pregunto donde está el Follet de "El hombre de S. Petersburgo" o de "La clave está en Rebeca". Se le da muchísimo mejor la novela histórica que esta propuesta pseudo actual, poco creíble y que mas recuerda a una novela romántica que a una propuesta realista sobre una posible guerra nuclear. A Rusia no se la menciona ni de pasada. Es como querer hacer una paella sin arroz. El trauma de la humillación china (señor Follet, le recomiendo visitar ese momento histórico de su querido imperio, esa sí que sería una novela interesante, siempre que fuera usted capaz de ser imparcial) no se toca aunque es el detonante principal de ese final que te deja frio (no confundir con que deja con gana de leer mas). Desesperante ver como un autor tan brillante se pierde en la mediocridad.
hace 3 años