Me ha encantado recordar cosas de mi infancia, por proximidad con la edad de la autora y por la zona donde lo narra. La nostalgia de la época, los veranos con los abuelos...me he transportado.
hace 11 mesesLa protagonista de esta historia siente que le arrancan un trozo de su vida cuando descubre que han puesto a la venta la casa de sus abuelos, donde pasó buena parte de su niñez. Rápidamente aparece un comprador, y ella, en un intento desesperado por no perderla, decide pedir un préstamo para poder adquirirla. Pasan los días y también las negativas de los bancos, y el inversor se impacienta cuando ella trata de urdir disparatadas formas de paralizar la venta. Mientras espera una respuesta a la última solicitud de crédito, se instala en la casa para disfrutar de lo que pueden ser sus últimos días allí, y recuerda los momentos felices que vivió en ese lugar: las bromas de su padre, las primeras pandillas de amigas, ese léxico familiar que establece códigos comunes entre padres e hijos, las anécdotas que se relatan una y otra vez en las comidas familiares… El descubrimiento del mundo y el paso de la infancia a la adolescencia, narrado con una voz luminosa y fresca, alterna con la trama adulta mientras va revelándose poco a poco un inesperado secreto familiar.
Me ha encantado recordar cosas de mi infancia, por proximidad con la edad de la autora y por la zona donde lo narra. La nostalgia de la época, los veranos con los abuelos...me he transportado.
hace 11 mesesLa nostalgia de una mujer por los lugares de su niñez y juventud, en este caso representados en una casa que no quiere perder. Retrata muy bien otras épocas.
hace 1 año