La novela se estructura, básicamente, en un capítulo del pasado seguido de otro del presente. Tanto lo que sucedió hace años como lo que ocurre ahora lo tienes siempre en mente. La tragedia es inevitable, aunque el autor la alarga y los crueles detalles o el desenlace final no aparecen hasta las últimas páginas. En realidad, Jack tuvo una segunda oportunidad (desde luego ,una más que su compinche B), pero duró muy poco tiempo. En la vida hay cosas que no tienen redención. Estómagos sensibles y personas con juicios morales fuertes no pueden leer el libro. Los demás, lo disfrutaremos mucho; aunque al final no sepas muy bien donde ha quedado tu empatía ni, al menos yo, tenga nada claro el sentido de justicia aquí. Quizás sí, lo siento A, pero ya no había vuelta atrás.
hace 5 años