Mi primera lectura de Benito Pérez Galdós y lo hago por la puerta grande. Qué gran verdad aquella que dice "hay que leer a Galdós", vaya que sí. Tiene una escritura que te atrapa, que te hace partícipe de su historia, que te sientes un personaje más de la historia. En misericordia Galdós nos retrata la miseria de la sociedad madrileña de la época y lo hace con una brillantez solo propia de un genio como él. Puedes sentir la penuria de todos los personajes que desfilan por las páginas, es capaz de escribir mal los diálogos para dar credibilidad a los personajes analfabetos pero sin hacerles caer en el ridículo, incluso de imitar el acento de un musulmán y que, cuando lo leas, parezca que eres tú el extranjero que no sabe hablar el idioma. Pero además de todo eso, Galdós con esta obra consigue ensalzar la misericordia que habita en el corazón bueno de la gente y hace una defensa dela clase baja y una crítica feroz a las clases más pudientes. Lean a Galdós por favor, y lean "Misericordia".
hace 10 meses