Te pone a pensar esta obra, hubo momentos que pensé que todo era parte de la alucinaciones de un anciano desquiciado internado en algún sanatorio. A cada página notas que es todo muy superficial, pero la prosa de GABO no te deja abandonar el libro y te obliga a terminarlo en una sentada. Aquí no hay apología al amor o al desamor, duelos y todas esas pendejadas por las que hay que pasar. Por un momento admiré al anciano, porque iba llegando indemne a su ocaso, pero ahí dentra el amor que es como la muerte de inefable y le complica la existencia a última hora. Moraleja, nunca dejemos de amar, porque quizá empieces a amar tarde, poco y mal.. He de admitir que la erección que Él tuvo en el primer encuentro con delgadina yo también la tuve, es que una virgen de 14 años eso no es poco decir, joder!
hace 5 años
7
-11