Porque los acertijos, los calculos sencillos, las trampas berbales no son despreciables entretenimientos ni vulgares matarratos. Mas bien constituyen una manera de reforzar la creatividad del niño, de poner a prueba su impaciencia y de ayudarle a relfexionar por si mismo.El libro se encuentra totalmente ilustrado. Lectura recomendada a partir de 12 años.