Ariadna Efron fue confinada en un campo de concentración soviético, como lo fueron su padre y su hermano. Su madre, la poeta Marina Tsvetáieva no pudo soportar la prisión de toda su familia y se suicidó. Ariadna fue “rehabilitada” tras quince años de oprobio y consiguió sobrevivir, con los únicos ingresos que le proporcionaban unas traducciones escasas y mal pagadas. Desde su liberación, se dedicó a rehabilitar la obra y la figura de su madre, y consiguió que su voz se oyera en la URSS, aunque amputada, y fuera de la URSS, donde Isaiah Berlin, que la había conocido brevemente, fue de los primeros en reivindicar a Marina Tsvetáieva. Ariadna no vio publicado jamás este libro de recuerdos sobre su madre: murió en 1975 y aún pasarían trece años hasta que pudiera aparecer en la URSS.