Buena parodia sobre cómo la ideología dominante nos infunde ilusiones imposibles de materializar y, posteriormente, nos culpa de no poder llevarlas a cabo. La novela contrapone la falsa idea de "quien quiere, puede" con una realidad menos idílica en la que el ascenso social no depende tanto de la voluntad y los méritos personales como del capital que se tenga en el bolsillo. La protagonista encarna el arquetipo de "emprendedora" voluntariosa y competitiva que enarbola la bandera de la meritocracia como trampolín para lograr sus metas. La idea es buena y la novela empieza bien, pero se va desinflando poco a poco y el desenlace no me ha terminado de convencer.
hace 2 años