Si nos fijamos en la portada nos percataremos de que estamos ante una novela erótica, en este caso le añadiré que es epistolar y dotada de una aire muy transgresor y diría que violento sexualmente hablando, salvaje y primitivo, basado en los años 20. Hay que tener en cuenta que en aquella época el sexo de manera muy explícita y sin ningún tipo de tabúes o censura era algo impensable, no concebible y ver escribir cartas a una mujer de clase alta de esta manera es ya increíble de por sí. Las cartas están dirigidas a un hombre más joven que ella y casado con el que mantiene una relación en la más absoluta clandestinidad. Ella nos brinda con sentimientos y sensaciones de lo más detallados de los encuentros sexuales que tiene con ese joven, lo cuenta como si la vida le fuera en ello, con tal desesperación y agonías por estar cerca de su amante que en ocasiones hasta agobia tantísima angustia y sed de su amante. Es verdad que el estilo narrativo es excelente una aportación de lo más exquisita, en mi opinión lo mejor de la novela, su prosa tan buena, por lo demás no veo que cuente más que lo que practica con su amante y cada carta en mi opinión es un calco al 80% de la carta anterior, así que a mi me ha parecido que todas las cartas eran similares entre sí, solo cuanta sus encuentros y lo que se hace en ellos, nada más. La podría valorar solo por el simple hecho de la época en la que está basada y lo prohibido que resultaría y por su estilo narrativo como bien dije, por lo demás una novela erótica (hasta porno me atrevería a decir) más para el montón.
hace 7 años