Una vez que le tomas la mano al nadsat engancha mucho, tiene una carga psicológica muy fuerte, y por momentos me ahogaba y me incomodaba, esta mezcla de idiomas también sirve para tapar un poco lo fuerte y gráfico de las escenas de violencia. De todas formas es un libro que interpela y lleva a empatizar con el protagonista, Alex, que tiene rasgos psicópatas, generando un coctel de emociones muy extraño para nosotros (lectores que ven a través del velo de la moralidad). El mensaje que intenta dejar esta novela es muy fuerte y claro. Simplemente un libro que hay que leer al menos una vez en la vida.
hace 1 año