Ya lo dice Kundera en otro libro suyo, El arte de la novela (no ficción): “Pero si Dios no cuenta y el hombre no es ya el dueño, ¿quién es entonces el dueño? El planeta avanza en el vacío sin dueño alguno. Ahí está la insoportable levedad del ser”. ¿Qué escogemos entonces, peso o levedad? ¿Vivir la realidad en perspectiva, con las comodidades que ellos conlleva pero también con cierta insoportable vacuidad, o darle importancia a todo lo que nos sucede, convirtiéndolo en un enorme peso sobre nuestras espaldas? la pregunta está servida.
hace 9 años