El inicio me encantó porque creaba un ambiente de realidad mágica. Poco a poco se fue diluyendo la magia para entrar en un mundo donde por un lado se pretende crear una filosofía existencial superflua, con otra de mayor profundidad , pero que desde mi punto de vista no llega a enganchar. El texto se hace demasiado extenso en ocasiones sin llegar a decir grandes cosas. La justificación de la mentira como instrumento para la felicidad propia o ajena, no me parece elogiable. El final también me parece poco consistente.
hace 2 años