Es un libro escrito como para aleccionar niños de escuela primaria e introducirlos en el comunismo. Algunas veces resulta enternecedor por la ingenuidad con que toca los temas que intenta abordar. El libro se desarrolla en capítulos siguiendo una línea temporal y cada capítulo se conforma de cortos títulos en los que, por lo general, se toma un hecho muy puntual contando una anécdota y poniendo como protagonista un personaje ejemplar que personifica lo que se quiere expresar. En los capítulos referidos al “Salto hacia adelante” y a la “Revolución cultural” queda más evidente aún que se esquiva toda información histórica y se deja entrever que algo se hizo mal, pero que Mao fue un ser puro e irreprochable. En fin, si lo que se pretende es conocer la historia de la República Popular China, este no es el libro para hacerlo. Ahora, si lo que se pretende es ver la visión de una escritora comunista convencida, es una muy buena ocasión para ver como se vuelca la información envuelta en una gruesa capa de azúcar.
hace 2 años