En general, remeda el autor melodramas de James y sitúa en conradianos parajes exóticos aventuras folletinescas, donde cabe el «deus ex máchina» del milagro. (Es representativo "El tercer hombre", que mezcla novela de espías y cuento de hadas.) Consumidor de anfetaminas y coca, su obra delata a un místico visionario encruelecido con su Job particular, cada protagonista, quien se debate entre un Jekyll y Hyde íntimos; al paso que las víctimas de una traición equitativa suelen responder con extravagancias.
hace 5 años