Tras la sosona y fría "El sueño del celta", Vargas Llosa ha vuelto a recuperar buena parte de su esencia y de su encanto literario con esta sencilla y agradable novela. La narración engloba dos historias que acaban por estar entrelazadas, y en las que las relaciones paterno filiales son los pilares fundamentales que adquieren mayor importancia. Para ello nos traslada a un Perú bastante mejorado económicamente, recupera personajes clásicos de su universo vargasllosiano, utiliza técnicas narrativas en las que los diálogos vuelven a estar espléndiadamente trabajados, y se acompaña de una rica y fina prosa que en muchos momentos consigue atraparte tenuemente. No es una obra maestra como "La ciudad y los perros", "La casa verde", "Conversación en La Catedral" o "La fiesta del Chivo"; aquellos años ya pasaron, y el escollo de la edad y el de haber recibido el Premio Nobel, siempre se dejan sentir a la hora de escribir. Pero sí es una novela ligera, lúdica y entretenida, que te gustará si has seguido la carrera literaria de este hombre de singular talento.
hace 9 años