En un mundo paralelo en el que una máquina pudiera ayudarte a visualizar tu futuro romántico, ¿seguirías con tu pareja si supieras que dentro de veinte años estaréis discutiendo sobre queso y cantando Cumpleaños feliz a un chihuahua? Evelyn piensa que no vale la pena: va a romper con su novio. Ha visto su vida juntos en la consulta del doctor Chin y no está dispuesta a perder ni un minuto más. Mientras, Godfrey acaba de pedir matrimonio a su novia, pero ella no quiere dar el paso sin asegurarse primero de que la máquina confirma que están hechos el uno para el otro. Las vidas de Evelyn y Godfrey van a verse involuntariamente enredadas en su lucha con su presente y sus posibles futuros. Desde el momento en que se conocen comienzan a aparecerse en las visiones del otro. ¿Será un síntoma de que se encuentran ante el amor verdadero? Pero dicen que en estos casos la máquina puede fallar.