Siento discrepar con la nota del libro, pero me ha parecido un libro mal escrito, con un guión retorcido para rellenar páginas, y que me ha costado terminar de leer. La literatura en él brilla por su ausencia. Ha sido una gran decepción.

Construir una novela sobre base tan endeble es complicado; y es lo que me ha transmitido este libro, al que puedo calificar como bodrio: no hay sustancia para crear ese supuesto enigma, sino un constante avance/retroceso en la historia que nos cuenta, que no genera sino una gran confusión. El final, de traca: pura improvisación. Fracaso total en esta novela, que provoca más bostezo que interés.

Esta mucho mas cerca de Stephanie Mailer que de Harry Quebert, pero mucho mucho. La historia se hace larga, si encima le añades las historias del editor, o el escritor y sus amoríos, más todavía. Los personajes a veces parecen caricaturescos, casi ridiculos, y estamos hablando de banqueros y altos ejecutivos. Hay un par de giros, marca de la casa, pero el desenlace final deja indiferente, no es un bombazo, no es un "no puede ser", es un pss pues vale, para estas alturas ya tienes unas ganas terribles de quitarte el libro de encima. El siguiente de "el escritor" me lo voy a pensar muy mucho.

Los personajes son descriptos en forma burda, cual si fuesen protagonistas de una historieta. Resultando un libro largo y tedioso.

Una historia envolvente, donde se ve con claridad la madurez de Dicker como escritor... Ha sido un regalo su lectura. Pena que sus 624 páginas, se hagan tan cortas...

Me dejaron este libro para que diera mi opinión, con el consecuente apuro de tener que leerlo entero. Aún así no fui capaz de terminarlo y de no ser por ese compromiso, no hubiera pasado de la página 20. Usé todas las técnicas posibles cuando el libro es malo, lectura en diagonal, saltar páginas, saltar capítulos... Hacia años que no leía algo tan malo, los mil requiebros que hace, personajes y trama sin sentido, golpes de efecto absurdos y nada creíbles.

Habiendo leído todas las obras anteriores de Dicker, me siento libre de expresar que éste fue un insulto a mi tiempo, es una pobre novela del ridículo. Con personales sin demasiado sentido, saltos en el tiempo totalmente injustificados... estuve por abandonarla mil veces... seguía porque era de él... pero fue una rotunda defraudación... una especie de estafa al lector.

Al igual que su penúltimo libro "La desaparición de Stephenie Meiler", este último libro de Joel Dicker deja mucho que desear. Comienza bien, con una trama de misterio que parece atractiva (aunque no muy novedosa). Pero a medida que vas leyendo se hace pesada, tediosa, enrevesada hasta más no poder. No me gustan nada esos saltos en el tiempo constantes. Los personajes me parecen, en general, ridículos y su desarrollo en la novela es caricaturesco. Le sobran al menos 200 hojas; es aburrido y deseas terminarlo cuanto antes. La verdad es que me ha decepcionado mucho. No lo recomiendo en absoluto, y siento decirlo porque a priori era un escritor que me gustaba. Es posible que no lea su próxima novela.

DECEPCIONANTE. Hasta ahora había leído sus dos primeros libros. Lam verdad sobre el caso Harry Quebert me encantó, El libro de los Baltimore me gustó... y ahora este librito de más de 600 páginas , un compendio de insensateces, de situaciones y personajes inverosímiles. Como en la página 425 dice Jean-Bénédict , uno de sus extraños personajes, "¡Qué historia tan demencial!"

Bueno, acabo de terminarlo y no se puede decir que este mal, pero tampoco ha terminado de convencerme, para mí bastante floja y el final lo encuentro muy rebuscado para echarle el muerto a alguien, nunca mejor dicho. El homenaje que le hace a su editor me ha parecido muy emotivo

Aburrido y malísimo! de las más de 600 páginas sobran casi 500, la idea podía haber sido buena pero no hay historia: Casi todo páginas de relleno en un pastiche repetitivo que no se sabe si es novela rosa, de espías, thriller…La trama del pasado, aunque liosa y con personajes ridículos, tiene algún momento en que logra interesar, pero la del presente es casi totalmente prescindible. Logré llegar al final que, aunque inesperado, me confirmó que es un libro totalmente prescindible que no recomiendo en absoluto .No creo que siga leyendo a este autor…

Te engancha el enredo pero no acabas de creerte ningún personaje. Algunas expresiones, no se si por la traducción, eran más propios de Cine de Barrio, con Arturo Fernández Macaire diciendo ¡Chatita! y Gracita Morales Arma y su ¡Señorito! Decepcionado.

Una buena idea, poco trabajada y desarrollada con trompicones. El final no hace más que clavar otro puñal a su valía; sorprendente que lo haya escrito Dicker, pareciera como si lo hubiera escrito de mala gana por cumplir con el encargo. Muy por debajo del nivel al que nos tiene acostumbrado el autor.

No le doy un 10, porque no me ha dejado con la boca abierta, en plan, asombroso. Pero tengo que decir que el libro es una maravilla. Todo tan bien narrado, las vidas de los personajes como se mezclan entre si, la rapidez de los acontecimientos, que haces que te enganche de una manera excepcional. De todos los comentarios que había escuchado del libro me quedo, sin duda, con "terriblemente adictivo". Otra obra maestra de Dicker

Un monumental bodrio. Trama inverosímil, trucajes inmensos, falta de respeto al lector (jugando como si fuéramos bobos), disparates argumentales, golpes de efecto infantiles,... Cansina, repetitiva. No merece ni ser comentada. Lo último que leo de este escritor de pacotilla.

Pésimo. No lo pude terminar. Diálogos pobrísimos, lenta, personajes sin gracia.

A mi este libro se me ha quedado muy lejos de los anteriores. Si es verdad que la última parte del libro y el final me han convencido pero aún así no empatizo con ninguno de los personajes y se me ha hecho muuy lento en muchos momentos.

Soporífera, predecible y llena de clichés. Los giros y personajes son inverosímiles y absurdos. No me ha gustado nada.

Novela de tipo policíaco ambientada en la Suiza natal del autor. La obra es también un homenaje a su editor y descubridor, Bernard de Fallois, Pero hasta aquí no puedo decir nada más que sea bueno. Es repetitiva, demasiado larga, y más que una novela policíaca, me ha parecido un culebrón increíble. Demasiado enrevesado todo. No la recomiendo, no vale la pena.

Buen libro. No desentona con el estilo de Dicker. Atrae y mantiene cautivo el interés. Desarrolla maravillosamente personajes y los entrelaza de una forma particular, sin olvidar el ensueño que crea en la ambientación de Ginebra y sus bucólicos escenarios. Sin tintes ditirámbicos, simplemente Dicker.