Lo empecé con muchas expectativas, movida por la ilusión de encontrar en él un poco de aplomo con respecto a mi situación actual. No obstante, dicen más de este libro las críticas que la propia historia en sí. No quiero decir que sea un mal libro, o que no merezca la pena leerlo, en absoluto: es un historia propia de Márquez, con sus colores y acentos y debe estar en la biblioteca de todo aquel que se considere lector asiduo... pero no me me llegó. Quizá sea fallo mio por haber obtenido tanta información previa a su lectura. En cuanto a la historia, recoge un momento casi decisivo en la vida de un ex coronel a la espera de su pensión. A pesar de no obtener respuesta en los últimos quince años, no cesa en su empeño: se levanta cada viernes con la esperanza de recibir la carta que cambie su vida y la de su mujer enferma. Pero el dinero no llega, la comida escasea, su compañera no mejora y él centra toda su existencia en ganar dinero con un gallo que se come lo poco que tienen. Resumiendo, la moraleja: la esperanza es lo último que se pierde.
hace 1 semana