Historia breve, descarnada, atemporal. No pierde la esperanza. Si lo hace, se esfumará su razón de ser. Recibir la carta y cobrar una pensión cambiarían su vida y la de su esposa, dejar de esperar supondría no tener motivos para vivir. Mientras tanto, el tiempo pasa, la enfermedad, el hambre y la ruina no muestran intención de irse, y el gallo, el último vínculo con el hijo muerto, consume sus recursos y la paciencia de su esposa. En la que parece ser una novela sobre la espera y la esperanza, García Márquez condensa temas comunes en la historia de América Latina, universaliza gracias a un coronel que no tiene quien le escriba
hace 5 meses