Fin de la trilogía del simpático Lorenzo, es el más corto y el más fácil de leer, pues adopta ya el lenguaje popular de los años 90 en los que está escrito, más fácil de entender para los que somos contemporáneos de aquellos años y no de los 50 cuando empezó la saga; además cómo Lorenzo ha abandonado la caza, tampoco encontramos términos propios de esa actividad. Yo me he reído bastante con este libro y las andanzas y reflexiones de Lorenzo, que aquí en ocasiones parece el diario de un pícaro del siglo XVI.
hace 1 año