Un hombre de unos treinta años, enfermo y consciente de que le quedan pocos días de vida, decide escribir un diario. Chulkaturin es un antihéroe que se califica a sí mismo de hombre superfluo: “de mí no se puede decir ninguna otra cosa: superfluo, nada más. Un excedente, eso es todo. Es evidente que la Naturaleza no contaba con mi aparición y, en consecuencia, se comportó conmigo igual que con un huésped no esperado ni invitado.” El protagonista, a las puertas de la muerte, acabará contando una historia de amor que vivió para exponer ese papel con el que se identifica.
Es una joyita de novela, realista y rica en detalles, que indaga en la psicología de un personaje singular. Es el primer libro que leo del autor, del que espero leer algo más pronto.